¿De dónde había salido esta cosa pequeña?
Su delicado rostro y sus grandes ojos llorosos estaban llenos de quejas mientras observaba a Jun Wu Xie como si ella hubiese hecho algo muy malo.
—¡Monstruo! —exclamó el gato negro, observando al pequeño.
—¡No soy un monstruo! —dijo el niño, asustado de su propio exabrupto mientras jugaba con sus dedos.
—¿Quién eres?
Jun Wu Xie lo observó con inocencia.
[¡Échalo! ¡Este niño es definitivamente un monstruo!]
El gato negro se sintió casi entumecido. Desde que habían pasado a este mundo, habían ocurrido demasiadas cosas bizarras.
Cuando el pequeño oyó que el gato dijo que deberían echarlo empezó a llorar.
—No soy un monstruo, no puedes echarme. ¡Soy tu espíritu contractual! ¿Cómo podrías echar a tu propio espíritu contractual? —exclamó el niño sollozando, mientras observaba a Jun Wu Xie, grandes lágrimas caían de sus ojos cuando de pronto un profundo aroma a loto llenó la habitación.
—No sabía que los espíritus contractuales podían convertirse en humanos —refutó Jun Wu Xie con dureza, su bello rostro no mostraba ni un rastro de haberse suavizado.
El pequeño abrió su boca, observando a Jun Wu Xie como si ella hubiese dicho algo malo.
—Realmente soy tu espíritu contractual, si no me crees, puedo cambiar a alguna forma más familiar para ti —se puso de pie lentamente, aguantando sus lágrimas y cuando desapareció sin dejar rastro, un hermoso loto blanco estaba flotando en su lugar.
Jun Wu Xie no sabía cómo expresar el shock por lo que había visto.
El loto desapareció y una vez más apareció el pequeño en el mismo lugar.
Por un momento, Jun Wu Xie pensó en los magos de su mundo anterior.
—¿Ahora me crees?
El pequeño estaba esperando la respuesta de Jun Wu Xie fervientemente.
Aunque… sabía que incluso en el mundo espiritual, él era diferente del resto… pero él era realmente…¡un espíritu contractual!
Jun observó relajadamente a su "espíritu contractual" flor de loto blanco que ya era difícil de aceptar teniendo en cuenta que nunca había oído de la existencia de una planta como espíritu contractual, pero ahora tenía que agregarle que incluso se transformara… Sin embargo, al mirar aquellos pequeños brazos y piernas, sin tener siquiera en cuenta una pelea, si alguien le daba un puñetazo, probablemente lo mataría inmediatamente.
—Bastante segura, sigue siendo inútil, ¿verdad? —murmuró Jun Wu Xie en voz alta, frunciendo ligeramente el ceño sin esconder su descontento con el que no era su espíritu contractual ideal.
La meditabunda Jun Wu Xie no reparó en que, después de dijera aquellas palabras, el ya alterado pequeño loto estaba nuevamente a punto de romper en llanto.
—Por favor no me rechaces… soy… soy útil… soy realmente útil.
Consciente del desprecio de su maestro, el pequeño loto ya no podía soportarlo, así que se lanzó a ella agarrándose a una de sus piernas mientras sus lágrimas caían sin parar.
—Soy muy útil, de verdad, no me envíes allí de nuevo.
El pequeño loto estaba aún agarrado de su pierna, temiendo su rechazo.
—¿Enviarte de nuevo? ¿A dónde? —contestó finalmente Jun Wu Xie, cuando las palabras del pequeño loto la despertaron de su estupor.