Jun Wu Xie levantó los ojos y miró al emocionado Mo Qian Yuan.
—El Ejército Yu Lin había estado escondido dentro del Palacio Imperial todo este tiempo, y la gente piensa que hay traidores dentro de ellos. ¡Han pedido que yo los saque! — Mo Qian Yuan exclamó, incapaz de contener la emoción que sentía. Conocía el plan de Jun Wu Xie. Ella había retenido al Ejército Rui Lin, y esperó a que él reuniera más apoyo de la gente.
Ante las abrumadoras probabilidades, tener a Mo Qian Yuan distribuyendo el antídoto a la gente y permitiéndole reclamar todo el crédito había hecho el truco. El abrumador apoyo de la gente que el Príncipe Heredero había ganado borró todos los rastros de los que alguna vez había sido un torpe y atolondrado Príncipe Heredero de sus mentes.
