Dentro del Palacio Imperial, Mo Xuan Fei miró con nerviosismo a los cincuenta soldados del Ejército Yu Lin con Bai Yun Xian de pie junto a él. Detrás de ellos, varias doncellas del palacio levantaban bandejas de vino medicinal.
—Yun Xian, tú pediste que los convocara aquí, ¿qué hacemos ahora?—Mo Xuan Fei preguntó.
Bai Yun Xian miró a los cincuenta soldados del Ejército Yu Lin con un brillo siniestro en sus ojos.
—Tengo algo bueno para ellos. Este es un vino medicinal del Clan Qing Yun, acelera enormemente el desarrollo de los poderes espirituales con su entrenamiento. Con el Ejército Rui Lin en marcha, tenemos que aumentar el poder del Ejército Yu Lin también.
Mo Xuan Fei miró a Bai Yun Xian sin comprender, y vaciló un momento, pero guardó silencio.