Después de que se erradicó una gran cantidad de Poison Men, los soldados del País Qu presionaron con el ataque al borde de la victoria y la batalla se volvió muy unilateral.
Qiao Chu y el resto de la pandilla vieron por sí mismos el inmenso poder del Rostro de Sylvan. Sus corazones se emocionaron mucho cuando su sangre caliente hirvió por dentro. No dispuestos a ser superados por ninguno de los demás, dieron todo lo que tenían y libraron una batalla muy estimulante.
Saliendo de la desesperación oscura para finalmente caminar hacia la luz, los corazones de los soldados del País Qu se sentían muy complicados. Se habían reunido rápidamente para comenzar su contraataque, pero al final descubrieron...
No había muchas oportunidades para que ninguno de ellos fuera de utilidad allí.
