Fue solo un instante de un ligero toque fugaz, pero causó que todo el ser de Jun Wu Yao se congelara mientras miraba rígidamente a Jun Wu Xie, cuando dentro de esos ojos negro azabache, repentinamente se arremolinaba con una luz violeta que fluía.
Ese pequeño y delicado beso, llevó a la mente de Jun Wu Yao a quedarse en blanco de inmediato, su línea de pensamientos se cortó repentinamente, los alrededores aparentemente se quedaron en silencio, todos sus sentidos se apagaron en un instante, donde solo la pequeña y débil pizca de calidez que permaneció en sus labios claramente se apoderó de toda su mente.
No fue el primer beso, pero al mismo tiempo fue el primer beso.
Y esta vez, fue más conmovedor que en cualquier otra ocasión.