Nunca había sabido, con la túnica de dragón en él, que lo que había ganado no era sólo estatus y autoridad, sino que sus hombros también estaban cargados con si el Reino Qi vivía o perecía. Nunca supo que los ciudadanos del Reino Qi, darían un paso adelante en una situación como esta.
En ese momento, Mo Qian Yuan sintió un inmenso orgullo. ¡Estaba orgulloso de haber nacido en este país!
¡Lo más glorioso que le había pasado en su vida fue convertirse en el gobernante del Reino Qi!
¡Orgulloso de la gente del Reino Qi, orgulloso de los hombres del ejército del Reino Qi!
¡Aunque el Reino de Qi era pequeño, todos en el Reino de Qi, los soldados con la gente, se unieron para proteger a su país!
¡Para defender el orgullo del Reino de Qi!
Con un ejército así, con tanta gente en el país, ¿qué tan raro y precioso era eso?
¡Aunque el Reino de Qi cayera, las espaldas de la gente del Reino de Qi no se doblarían!