En los días siguientes, Jun Wu Xie parecía haberse evaporado completamente de la Ciudad de las Mil Bestias. Los hombres que Qu Xin Rui envió dentro de la ciudad para buscar cualquier señal de Jun Xie no regresaron con ninguna noticia. Al principio pensó que su plan seguiría en marcha, pero de repente se rompió el vínculo más importante, lo que hizo que Qu Xin Rui se sintiera muy ansioso.
Sin saber.....
En una posada de la Ciudad de las Mil Bestias, Jun Wu Xie estaba sentado en una habitación de huéspedes, comprobando el estado de Lord Meh Meh.
Jun Wu Yao se sentó junto a la ventana, mirando por la ventana para mirar a la bulliciosa multitud de la calle, sus ojos negros azabache teñidos de una extraña mirada.
Se oyeron una serie de golpes en la puerta y Jun Wu Yao se levantó, caminando para abrir la puerta.
Varios guardias de la Ciudad de las Mil Bestias estaban afuera con caras severas.
