Los chicos continuaron charlando de camino a la cafetería.
—¡Eso fue increíble! ¿Le viste la cara a Huang Xujie, Ren? ¡Era tan horrible que parecía que estaba yendo al baño! —gritó emocionado Zhao Jiayi mientras caminaba.
—Por favor. Comeremos pronto…¿Podrías no hablar sobre ir al baño ahora? —gritó Cao Ronghua.
—¡Pero de verdad fue increíble! —continuó haciendo gestos alocados con sus manos Zhao Jiayi mientras hablaba—: Todavía recuerdo lo arrogante que era ese tipo cuando lo vimos en la Plaza Hongji la última vez. Pero hoy, ¡ni siquiera se atrevió a decir una palabra cuando esos estudiantes pidieron sus reembolsos!
Hao Ren simplemente sonrió. Aunque también se sentía bien al respecto, no estaba tan emocionado como Zhao Jiayi.