Zhao Yanzi, que había estado comiendo un filete sin prestar demasiada atención, de repente se puso en alerta.
Zhao Guang y Zhao Hongyu, quienes habían estado charlando y riendo con los padres de Hao Ren, también se pusieron serios.
Notando el cambio en la atmósfera, Hao Ren se apresuró a explicar—: Mamá, ella es la presidenta de mi clase.
—¿Presidenta de la clase? —dijo sin creerle Yue Yang, y continuó—: Te vi tomándole la mano.
—¡No, no lo hice! ¡Mamá, detente! —Hao Ren intentó explicar, ansioso—: Ella…¡ella simplemente me arrastró para encontrar los asientos!
El rostro de Hao Ren se estaba poniendo rojo de la ansiedad, pero Yue Yang, que ignoraba toda la situación, pensó que Hao Ren estaba siendo tímido. Soltó una risa y dijo—: Jeje, no se lo ocultes a mamá. No tengo objeciones al respecto y tu abuela se alegrará mucho también. Además, esa chica era muy bonita y amable. A tu padre también le pareció una buena chica.
