Octavo Cielo… ¡Solo los dragones del elemento metal tenían permitido volar al Octavo Cielo!
Al ver que el dragón blanco no era un dragón del elemento metal, los cultivadores del Reino del Alma Naciente estaban por atacarlo, pero titubearon al ver a la cultivadora que estaba sentada sobre el lomo del dragón blanco.
¡Nunca habían visto a una cultivadora humana que pudiera montar a un dragón! ¡Además, esta cultivadora parecía estar apenas en el Reino de la Formación del Núcleo!
Confundidos, casi pensaron que Xie Yujia era una cultivadora que había venido al Octavo Cielo desde uno superior.
—Rawr —rugió Hao Ren, mientras llevaba a Xie Yujia más arriba, hacia las densas nubes.
La intensidad de la Esencia de la Naturaleza en el Octavo Cielo superaba por mucho la del Séptimo Cielo. ¡Era casi tan abundante como en el Mar Demoníaco!
¡El panorama era incluso más hermoso que el del Séptimo Cielo!