Hua… Cuando Hao Ren y los otros se dieron la vuelta para marcharse, los tres cultivadores dragón del elemento metal también fueron liberados del Altar del Dios Dragón.
Al ver a Hao Ren, no se atrevieron a meterse con él. Por el contrario, huyeron en la dirección opuesta, sin querer acercarse.
¡Una Reina Demonio que era capaz de destruir al Altar del Dios Dragón y dos cultivadoras gemelas del Reino de la Formación del Alma era más de lo que podían manejar!
No se atreverían a causarle problemas a Hao Ren de nuevo aunque tuvieran la oportunidad de entrar al Noveno Cielo, y ni hablar de la cueva de Wang Shitong.
Volviendo la mirada hacia los tres cultivadores dragón del elemento metal que huyeron en una dirección distinta, Hao Ren dirigió su mirada a la Dama Zhen y preguntó—: ¿No volvió Su Han?
La Dama Zhen le arrojó una mirada de exasperación—: ¿Quieres que ataque al Altar del Dios Dragón con una Inspectora?