—¿Estás despierta pequeña Su?—preguntó la abuela con una sonrisa cuando vio a Su Han bajando.
Sonriendo, Su han entró en la sala del primer piso con sus pantuflas.
Hao Zhonghua miró a Su Han, sorprendido de que otra belleza estuviera en la casa. Él había conocido antes a Su Han, y sabía que era una profesora en la escuela de Hao Ren, y era varios años mayor que Hao Ren. Gracias a su excelente desempeño académico, le pidieron que se quedara a enseñar.
Viendo a Hao Zhonghua mirando fijamente a Su Han, Yue Yang pellizcó su cintura, casi causándole moretones con el segundo pellizco.
—¡Buenos días! ¡Abuela!—dijo Su Han, asintiendo y acercándose a la abuela.
—Bien. Desayunaremos dentro de poco—dijo con alegría Su Han.
La deslumbrante belleza de la Dama Zhen opacaba a todas las demás en la sala hasta que apareció Su Han, rivalizando con su presencia.