Cuando Hao Ren regresó al suelo, de repente se dio cuenta de que Xie Yujia lo había llamado más de diez veces.
Titubeó por algunos segundos, pero al final le devolvió la llamada.
Después solo un par de repiques, Xie Yujia atendió el teléfono.
—¿Dónde estás? —preguntó Xie Yujia, sonaba un poco ansiosa.
—Estoy bien. Estoy con Linlin y Lili —dijo Hao Ren.
—Ok… Siempre que estés a salvo —dijo Xie Yujia dejando salir un suspiro de alivio.
Aquella luz roja había cubierto la ciudad, por lo que Xie Yujia estaba preocupada de que tuviera algo que ver con Hao Ren. Entonces, se puso ansiosa cuando Hao Ren no atendía el teléfono sin importar cuántas veces lo llamara.
Estaba aliviada de escuchar que Hao Ren estaba sano y salvo.
—Ve a dormir temprano —dijo Hao Ren, pronunciando algunas palabras para calmarla antes de colgar el teléfono.
Tocó sus bolsillos y sintió las cuatro notas quebradoras del reino.