Viendo que las palabras en el cuaderno se difuminaban, Huang Xujie puso una cara fea.
Con un olor espantoso, la orina de Blanquita fluyó sobre la superficie del escritorio.
Si hubiera sido otro cachorro, Huang Xujie lo hubiera golpeado hace mucho. Sin embargo, todos sabían que este cachorro de patas doradas era la mascota de Hao Ren.
—Jejeje, Blanquita es tan linda —dijo en contra de su voluntad Huang Xujie mientras observaba a Blanquita limpiándose el trasero con el cuaderno.
—Te estaba buscando —dijo Hao Ren, cargando a Blanquita con una mano para luego caminar hacia el Edificio Académico F.
Lu Qi ya no estaba en la cafetería y solo los miembros del Club de Go se estaban encargando de operar el puesto. Ya casi eran la una de la tarde, y era la hora de la primera reunión general del Club de Caligrafía.