Blanquita agitó sus patas doradas en el aire y casi toca el lindo vestido de la Dama Zhen. Ella retrocedió rápidamente medio paso, haciendo que Blanquita la errara y cayera al aire.
Blanquita nunca había fallado de esta forma. Definitivamente este era el primer fracaso intentando encantar a una mujer. Entró en pánico, ya que había un charco justo frente a ella, pero de repente alguien la jaló del cuello.
Siguió agitando las patas y no pudo soltarse. Había muchas personas a su alrededor, así que tampoco podía transformarse. De repente escuchó la voz de una mujer y comenzó a molestarse.
—El encanto no funcionará conmigo, pequeña.
La suave voz alcanzó los oídos de Blanquita. Aunque veía a chicas bonitas todo el tiempo, su voz la hizo temblar.