—Gongzi, tienes que llevarnos a almorzar barbacoa… sí…
Cuando se acercaba el final de la clase, Lu Linlin y Lu Lili le recordaron alegremente a Hao Ren.
Anoche, gracias a que Hao Ren ganó la beca, llevó a todos sus amigos a la plaza Hongji a cenar, incluyendo a Xie Yujia y Ma Lina.
Sin embargo, a Lu Linlin y Lu Lili no les gustaba cenar con los escandalosos amigos de Hao Ren, por lo que en cambio le pidieron a Hao Ren que las llevara a almorzar.
—¡Ok, entiendo! —dijo Hao Ren con el estómago a punto de estallar, ya que había comido barbacoa por dos días seguidos.
¡Um, um! Ya que Hao Ren no se retractó de su promesa, Lu Linlin y Lu Lili estaban llenas de felicidad.
Bzzz…Bzzz…
El teléfono de Hao Ren comenzó a vibrar sobre el escritorio, y en la pantalla se mostraba el nombre de Zhao Yanzi.