¡Ruff! ¡Ruff!
Después de un divertido nado en el océano, Blanquita regresó a la playa antes de correr hacia Hao Ren.
—Compórtate Blanquita. ¡Yo te alimentaré! —dijo Zhao Yanzi, agachándose y abriendo el envoltorio de un helado antes de colocarlo frente a Blanquita. Su suave y tersa piel, junto a su sonrisa, la hacían lucir adorable.
¡Hah! ¡Hah! Blanquita sacó su larga lengua y lamió con alegría el helado.
Hao Ren la observó con frustrado, preguntándose cuándo podría recibir él un trato semejante.
—¡Gongzi! ¡Toma uno también!
Mientras pensaba en esto, Lu Linlin y Lu Lili llevaron un cono de helado hasta su boca.
—Uh… Permítanme —dijo sin atreverse a tomar un mordisco del cono de helado directamente de sus manos, Hao Ren dio un paso atrás y lo agarró.
Notando su reacción, Lu Linlin y Lu Lili se taparon las bocas y rieron.
¡Clap! ¡Clap!... Después de engullir el helado en un par de mordiscos, Blanquita sacudió su cuerpo.