Hao Ren se puso nervioso al escuchar que ellos querían lastimar a Xie Yujia.
Solía pensar que Zeng Yitao era un niño que a veces decía palabras fuertes por la molestia. ¡Nunca se hubiera esperado que este Príncipe de la Corona del Océano Oeste en realidad quisiera asesinar a los demás!
—¡Blanquita! —dijo Hao Ren liberando a Blanquita del espacio oculto. Luego exclamó—: ¡Llévate a Yujia lejos de aquí!
Mirando a los ojos salvajes de Lobo Negro, ¡Hao Ren percibió una pesada y oscura intención asesina!
La única cosa que podía hacer de momento era invocar allí a Lu Linlin y a Lu Lili, ¡pero eso tomaría tiempo! Por lo tanto, ¡su única oportunidad era dejar que Yujia huyera mientras él intentaba detenerlos!
Blanquita comenzó a aullar y las chispas brillaron en sus patas. No obstante, ¡no pudo hacerse grande!