—Te refieres a… Esa niña pequeña —dijo en voz baja Xie Yujia.
—Sí—dijo Hao Ren, sonriendo mientras se encogía de hombros.
El autobús llegó pronto a la Escuela Secundaria LingZhao.
El día escolar había terminado, por lo que la puerta estaba atiborrada de estudiantes. Había un Rolls Royce Phantom estacionado justo frente a la puerta de la escuela, obligando a los estudiantes a darle la vuelta.
Zeng Yitao destacó de entre la multitud con su temperamento arrogante.
—Hey, ese es Zeng Yitao. Es encantador.
—Escuché que ya ha recibido muchas cartas de amor y chocolates en su segundo día después de la transferencia.
Dos chicas del Departamento de Secundaria discutían entre ellas emocionadas mientras pasaban junto a Hao Ren y Xie Yujia.
Xie Yujia las miró y sonrió. Que las chicas comenten rumores en secreto sobre los chicos lindos de sus clases o de otras clases cercanas era algo que ocurría todo el tiempo en la secundaria.