—Cul…¿Cultivación? —respondió Hao Ren con el corazón tan acelerado que casi deja caer el teléfono.
—Jeje, nada. Casualmente lo vi en televisión. Ha estado haciendo frío recientemente, recuerda abrigarte —continuó Xie Yujia.
—Ok. Cuídate también —dijo Hao Ren. De repente sintió que eran muy íntimos al expresar tales preocupaciones el uno por el otro.
—Cuando regrese la abuela iré a visitarla —dijo con gentileza Xie Yujia antes de colgar la llamada.
Con el celular en la mano, Hao Ren se sintió cálido por dentro. Cuando menos, Zhao Yanzi nunca sería tan considerada como para recordarle que se abrigara frente al frío clima.
Exhalando profundamente por el alivio, Hao Ren se sentó con las piernas cruzadas y continuó cultivando. Con una mentalidad alegre, el nudo en su corazón había desaparecido.