Qin Shaoyang titubeó por un momento, ya que no esperaba que Hao Ren hiciera semejante petición.
Lo que él había planeado originalmente era aprovechar esta oportunidad de probar el reino de Hao Ren y hacer que una ráfaga de energía entrara violentamente en su cuerpo, para alterar las alineaciones de Hao Ren.
Como si una piscina que solo pudiera contener 1.000 metros cúbicos de agua recibiera de repente 10.000 metros cúbicos de agua, el proceso definitivamente sería en extremo doloroso y podría incluso destruir los meridianos de Hao Ren.
Él era un Inspector patrullante. Incluso cuando esto rompiese su relación con el Océano Este, él no tendría que preocuparse por eso. Él debía vengarse por lo que había ocurrido la última vez.
—De todas formas, yo aún no sé cómo proyectar esa esfera de energía. Sr. Qin, a usted no le molesta mi sugerencia, ¿verdad? —continuó Hao Ren.
Hao Ren habló despacio y Qin Shaoyang luciría acobardado si no batallaba con él.