Cuando Zhao Yanzi miró a Xie Yujia se puso hostil de inmediato.
Parecía que cada vez que ella venía a esta escuela, la hermosa presidenta de la clase estaría junto a Hao Ren. Ya se había convertido en un patrón. No sorprendía que considerara a Xie Yujia como su rival en el amor.
Envalentonada hoy por la presencia de Su Han, estaba a punto de atacar con palabras a su rival. No obstante, Zhao Hongyu la detuvo de un jalón y le hizo una advertencia con la mirada.
—Entonces vayamos juntas a observar la exhibición —Zhao Hongyu les dijo a Xie Yujia y a Su Han de una forma placentera.
—Ok —respondió Xie Yujia. Ella ya había conocido a Zhao Hongyu la vez pasada en el estadio, y sabiendo que esta mujer era gentil y considerada, inconscientemente Xie Yujia le había tomado mucho aprecio.
En lo que se refería a la ciencia ella admiraba a Yue Yang, pero en lo que se refiere a la vida, ella quería ser una mujer agraciada como Zhao Hongyu.