Por supuesto, Hao Ren sabía lo que ella tenía en mente. Ella solo estaba intentando evitar la sesión de tutoría y tener que hacer sus tareas.
—¡Vamos! ¡Deja de perder el tiempo! —Zhao Yanzi lo urgió con impaciencia al ver que Hao Ren permanecía parado en el mismo lugar.
—¿A dónde vamos? —preguntó Hao Ren. Impaciente por alcanzar el nivel Kan, había planeado cultivar en el ático una vez que terminara la sesión de tutoría. Salir con ella sería una pérdida de tiempo.
—¡A la oficina de mamá, luego regresaremos a casa con ella! —dijo con los ánimos elevados Zhao Yanzi.
Hao Ren no tuvo otra opción que acompañarla.
Tomaron un taxi y se dirigieron al Distrito de Arte 1825 de la Ciudad del Océano Este.
Zhao Yanzi estaba muy engalanada, pero sus hábitos de niña pequeña exasperaban a Hao Ren. Era demasiado perezosa como para buscar un tazón y compartir sus tallarines, pero se cambiaba para ponerse un atuendo nuevo para una pequeña salida.