El autobús comenzó a moverse lentamente. Hao Ren abrió la ventana y la cálida brisa sopló desde afuera.
Muchos estudiantes dentro del autobús continuaban lanzándoles miradas. Ahora que las dos preciosas chicas lo seguían siempre a todas partes, Hao Ren no podía mantener un bajo perfil aunque quisiera.
Sintiendo la cálida brisa, Hao Ren sacó su celular y marcó el número de Zhao Yanzi.
—¿Estás en el aeropuerto? —preguntó Hao Ren.
Sin importar que, Zhao Yanzi aún era su futura prometida. Era necesario que se ocupara de ella.
—Aún falta media hora para abordar —respondió Zhao Yanzi por el teléfono.
—La predicción del clima dice que habrá una lluvia ligera en Beijing los próximos dos días. Hará frío. Recuerda abrigarte —dijo Hao Ren.