Las clases del viernes eran probablemente las más relajadas de la semana. Hao Ren y los chicos solo debían asistir a dos cursos fundamentales a la mañana y podrían regresar a casa después de almorzar.
Para cuando Hao Ren, Cao Ronghua y Zhou Liren llegaron al salón, ya estaba casi lleno. No obstante, Yu Rong les había guardado unos asientos al fondo.
Hao Ren llevaba sus libros, tomó asiento, y miró al frente como era usual. Sin embargo, notó que Xie Yujia no había venido hoy. El asiento junto a Ma Lina estaba vacío.
Faltaba solo un minuto para que comenzara la clase, pero Xie Yujia estaba ausente.
El corazón de Hao Ren se sintió vacío de repente. De todos modos, cuando lo pensó dos veces, le pareció normal que ella pasara tiempo con su papá, que no había vuelto al país en mucho tiempo.
Cuando la clase comenzó, Yu Rong se le acercó y le dijo—¡Ren! ¡Estuviste genial en el juego de ayer!