Hao Ren bajó el celular y le dio un toquecito a Zhao Jiayi, que comenzaba a quedarse dormido. Le preguntó—: ¿Qué tal si vamos al estadio y jugamos un partido después de almorzar?
Zhao Jiayi lo miró sorprendido y dijo—: ¿Tú estás proponiendo que juguemos un partido?
—Ugh… Faltan dos días para el juego. Podemos jugar un partido de calentamiento hoy para mejorar la cooperación entre compañeros de equipo —dijo Hao Ren poniendo una cara seria. Si Zhao Jiayi hubiera sabido que él solo estaba ofreciendo jugar el partido siguiendo las órdenes de una niña pequeña, Zhao Jiayi probablemente lo hubiera asesinado con una expresión desdeñosa en su rostro.
—¡Bien! ¡Iremos juntos después de almorzar! —concordó Zhao Jiayi. Después de haber presenciado las habilidades de tiro de Hao Ren, tenía altas expectativas en cuanto a su desempeño durante el juego.