Con este pensamiento, Hao Ren le arrojó de inmediato sus libros a Zhou Liren, diciendo—: Lleva mis libros de regreso al dormitorio. ¡Tengo que hacer unas diligencias!
Viendo a Hao Ren alejarse corriendo, Zhou Liren le gritó indignado—: ¡Maldición! ¡¿Crees que soy un repartidor?!
Hao Ren corrió hasta la puerta principal de la escuela y tomó el autobús hacia la Escuela Secundaria LingZhao. Llegó hasta la entrada de la escuela en alrededor de diez minutos.
Todavía no era la hora del almuerzo y la puerta seguía cerrada. Hao Ren entró en la oficina del guardia y le dijo al guardia que necesitaba visitar a Zhao Yanzi de la Clase Dos del octavo grado.
El guardia abrió su bitácora y encontró el nombre de Zhao Yanzi en la lista, por lo que sabía que Hao Ren no estaba simplemente inventando un nombre. Igualmente, el guardia todavía tenía sus sospechas y no lo dejaba entrar.