Cinco dumplings estaban tranquilamente dentro del vaporizador.
Apareció una aureola sobre ellos, disparando deslumbrantes relámpagos de luz al cielo.
Sobre el cielo, las nubes negras se habían dispersado, y una brillante y dorada luz brillaba, haciendo que Bu Fang brillara.
—Los dumplings... ¿están listos?
El público estaba en silencio, y nadie se atrevía a respirar.
Como el resultado se conocería muy pronto, todos estaban nerviosos. Querían saber si Bu Fang obtendría el título de Chef Inmortal, o si terminaría siendo golpeado por Tong Chen, el Joven Maestro de la familia Tong, como un perro muerto.
Miraron el centro de la habitación con los ojos muy abiertos. Esos cinco dumplings en el vaporizador determinarían todo.
Sin embargo, después de aspirar otra bocanada de aire frío, la audiencia se volvió ruidosa una vez más.