Dos lunas crecientes colgaban del cielo, emanando una luz brillante y helada. La luz de la luna era como una cortina de seda endeble colgando en el aire, cubriendo todo el lugar en un tono plateado.
Bu Fang estaba en la entrada, preparándose para cerrar las puertas del restaurante Taotie. Luego, vio a Mo Liuji de pie con una chica cubierta con un delgado vestido de seda no muy lejos de su puerta.
A pesar de que esa dama llevaba un velo, Bu Fang pensó que le parecía familiar. Sintió como si la hubiera visto en alguna parte antes. Ese sentimiento de familiaridad hizo que Bu Fang abriera los ojos para tomar la forma de la dama más clara.
Mo Liuji frunció los labios, dirigiéndose hacia el restaurante.