Afuera de la Ciudad del Dios de la Gula, la aterradora presión se expandía. Nubes negras aparecieron, cubriendo el cielo.
La parte superior de la ropa de Chu Changsheng explotó. Un cuenco dorado irradiaba una luz dorada deslumbrante por encima de su cabeza, enviando energía hacia él, haciendo que las líneas en su cuerpo se movieran como renacuajos.
Su aterradora apariencia podría estremecer a las personas.
Cuando su puño golpeó, una aterradora energía estalló. El gigantesco cocodrilo aulló, girando su cuerpo para deshacerse de Chu Changsheng.
Chu Changsheng estabilizó su cuerpo en el vacío. Un aire rojo brotaba desde él, y el cuenco dorado encima de su cabeza continuaba moviéndose. El resplandor cayó desde este como una cortina.
—Esta asquerosa bestia sí que tiene una piel gruesa... ¡Realmente dura! —Los ojos de Chu Changsheng brillaron. Su larga barba volaba en el viento.