Nangong Wan se sentía algo triste porque no había podido probar el tofu apestoso de Bu Fang. Luego de haber probado el plato por primera vez, su actitud hacia este cambió desde asco a encanto; ella comprendía lo maravilloso que era el encanto del plato.
Luego de que Bu Fang y Nangong Wan se fueran de la región sur de la ciudad, montaron un carruaje con bestias espirituales hacia el Restaurante Nube de Niebla.
El área alrededor del restaurante seguía igual de desastrosa que antes, pero un gran número de personas, que habían sido enviadas por la familia Nangong, podían verse reparando los edificios.
Un gran flujo de personas atravesaba el área, haciéndola rebozar con actividad y ruido.
Luego de acompañar a Bu Fang de vuelta a su restaurante, Nangong Wan regresó a su hogar en el carruaje con bestias espirituales. Su local de elixires también había sido destruido, así que este era un asunto que ella no tenía planes de dejar pasar.