Luego de una conmoción tras otra, la Ciudad del Sur finalmente le dio la bienvenida a un período de paz.
Una corpulenta figura blanca yacía bajo las imponentes puertas de la ciudad. Sus ojos robóticos cambiaron lentamente de un tono púrpura, un color que evocaba pesadillas a quienes lo presenciaban, a rojo.
El machete en la mano de Whitey se suavizó lentamente y se convirtió en una palma del tamaño de un abanico.
Cinco cuerpos cayeron a su alrededor. Estas cinco personas misteriosas tenían la intención de asesinar a Bu Fang, pero, en cambio, habían sido asesinadas por Whitey. El suelo estaba cubierto de sangre oscura.
Whitey parpadeó, sin inmutarse por los cinco cuerpos podridos. Les dio la espalda y volvió al lado de Bu Fang.
Bu Fang desvió su mirada del pez demoníaco hacia los cinco cuerpos podridos. Inmediatamente frunció el ceño al sentir que el hedor acre de los cuerpos era familiar.
Era el mismo que el del Cocinero Fantasma
