Las olas del mar se agitaban, trayendo consigo una salada brisa marina con aroma a pescado.
En un barco en aquel solitario mundo, Lian Fu colocó su mano detrás de su espalda mientras su pelo blanco se despeinaba. Las pupilas de sus ojos se posaron en Ji Chengyu, que estaba en la parte superior de la gran embarcación.
—Hace mucho que no nos vemos, jefe Chamberlain Lian. ¿Cómo has estado? —Ambos se miraron mutuamente durante bastante tiempo antes de que Ji Chengyu al fin abriera la boca y hablara, su sereno saludo hizo eco dentro de ese mundo.
Lian Fu frunció los labios e inclinó la cabeza mientras miraba a Ji Chengyu. Había rastros de ronquera en su voz.
