¡Hsss!
Un débil sonido de un silbido se podía escuchar. Mientras Bu Fang sostenía el tazón de congee en sus manos, la energía de vitalidad flotando encima parecía haberse convertido en una pequeña serpiente. Nadaba en el aire continuamente y se entremezclaba con el aroma que lo rodeaba.
—¡¿Esto esto es una cocina de elíxires?! —Wu Yunbai exclamó incrédula.
Bu Fang la miró confundido. No podía por qué estaba tan confundida. ¿Era preparar un tazón de cocina de elíxires… realmente tan extraño?
Por supuesto, no había nada extraño en preparar una cocina de elíxires. Wu Yunbai solo estaba sorprendida porque Bu Fang preparó fácilmente la cocina de elíxires incluso cuando la cantidad de energía verdadera en su cuerpo aun estaba agotada.