—Mayor… Mayor supremo, ¿realmente hay esperanza para Yu Feng? —Luego de quedarse en blanco por un momento, de repente lágrimas cayeron por las mejillas de la hermosa mujer serpiente. Cubrió su boca y comenzó a sollozar.
Finalmente había esperanza para su marido. El guerrero más fuerte de la tribu de hombres serpiente estaba por regresar.
—Las semillas del loto del monarca definitivamente podrán tratar a Yu Fang —El mayor respondió mientras la miraba.
Bu Fang y Wu Yunbai permanecieron en silencio y observaron desde un lado.
El mayor levantó solemnemente la vaina de loto. Mientras dirigía energía verdadera hacia sus palmas, una semilla como de mármol salió de la vaina. La semilla era extremadamente clara, como si hubiera sido tallada de un pedazo de jade.
Todos dentro de la habitación estaban algo cautivados por la abundante energía espiritual y el aroma que instantáneamente llenaron toda la habitación.
