Era un corazón brillante de siete colores. El corazón no era tan grande, solo tenía el tamaño aproximado de dos puños, pero su interior estaba lleno con una vitalidad y energía ilimitada. El espacio a su alrededor se sacudía con violencia cada vez que palpitaba, y ondas de energía fluctuaban en todas direcciones.
Estas ondas se esparcían por capas, como si fueran anillos que emitían extrañas fluctuaciones de energía.
Bu Fang levantó su mano, sintiendo estas fluctuaciones atravesando su palma. La vibrante energía vital que contenían se enterró profundamente en el cuerpo de Bu Fang.
¡Los ojos de Bu Fang brillaron con una luz extraña mientras pensaba para sí mismo que este corazón tenía una energía vital increíblemente rica y concentrada! ¡Qué ingrediente tan soberbio!