—¡¡¡Agh!!!
Bu Fang agarró la cabeza de la niña, y la piel negra que se había oscurecido por las marcas parecidas a tatuajes comenzó a contraerse. Las marcas oscuras parecían haber cobrado vida; luego comenzaron a serpentear como un gusano.
La niña soltó un aullido lleno de angustia mientras sus extremidades se sacudían violentamente.
Gas negro brotaba de los poros de su cuerpo, materializándose en una pequeña serpiente que se deslizaba hacia los brazos de Bu Fang.
La piel de Xiao Ya comenzó a recuperar su apariencia perdida, revelando lentamente una piel blanca y suave...
Bu Fang frunció el ceño mientras su túnica de plumas emitía un brillo deslumbrante, revoloteando sin cesar. El feroz brillo rojo comenzó a extenderse por su cuerpo, intentando suprimir el gas negro.
¡¡Wush!!
Una ráfaga cálida de gas comenzó a levantarse mientras Bu Fang sentía una intención abrasadora irradiando desde su brazo.