Un mordisco para tragar el cielo y la tierra. Un mordisco para que la energía se sacudiera.
El Hijo Santo de la Primavera Celestial fue tragado por un gigantesco fantasma de un mordisco. Un vórtice negro estaba girando dentro de esa gigantesca boca que parecía capaz de tragar todo el cielo.
Era irresistible. El Hijo Santo de la Primavera Celestial fue arrastrado por ese vórtice negro. La aterradora fuerza de succión había destrozado su armadura e incluso su ropa, haciéndolas polvo.
¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
Mientras el Hijo Santo de la Primavera Celestial gritaba patéticamente, se encogió, desapareciendo.
El fantasma de la gigantesca bestia cerró su boca luego de tragar al Hijo Santo de la Primavera Celestial. Toda la escena quedó en silencio. Todos estaban desconcertados, mirando a ese enorme fantasma.
¿El Hijo Santo de la Primavera Celestial... fue tragado?