Agitó su cola escarlata, haciendo que un abrasador viento se levantara en los alrededores. El ventarrón era suficiente para abrir involuntariamente los poros de todos.
El hombre-serpiente Ser Supremo estaba parado con orgullo en el cielo y miraba hacia abajo a Bu Fang con una mirada que rebosaba con intención de matar.
Bu Fang inesperadamente había matado a una anciana mujer-serpiente de la tribu en frente a él. De hecho, era la misma anciana que lo había llamado.
Este humano en verdad se atrevió a menospreciar a un Ser Supremo como él. El humano debía ser realmente arrogante y temerario. Un insignificante Santo de Batalla de séptimo grado como él en verdad se atrevió a provocar a un Ser Supremo.
La sartén de la constelación tortuga negra regresó a Bu Fang y flotaba encima de su palma. Luego, Bu Fang miró hacia el Ser Supremo en el cielo.