Cientos de kilómetros lejos de la capital imperial, un hombre atravesaba el cielo, y una poderosa aura giraba alrededor de él. Su cuerpo emitía fuertes ruidos constantemente, como si un tormentoso océano con olas furiosas residiera en él, resonando en el aire como un trueno.
El Maestro de la Secta Shura, DuanLing, caminaba majestuosamente en el aire, y con cada paso que daba, su cuerpo avanzaba hacia adelante, cubriendo una distancia extremadamente larga.
Su cultivación actual había alcanzado el nivel Divino a medias, y casi había roto por completo una de las ataduras del nivel de Ser Supremo para entrar en el nivel Divino de décimo grado.
Sin embargo, las diez mil llamas bestiales fueron robadas por un Santo de Batalla de séptimo grado, así que DuanLing había sido incapaz de dar ese paso final necesario para alcanzar su avance.