A Duan Yun no le importaba Bu Fang en lo más mínimo. En sus ojos, no había oponentes por debajo del nivel de Ser Supremo que debiera tomar con seriedad. En este insignificante terreno de entrenamiento, estaba seguro que era invencible dentro de su nivel, Dios de Guerra de octavo grado, y que fácilmente podía matar a cualquiera por debajo del nivel de Ser Supremo.
Su confianza provenía de su poderoso respaldo y cartas triunfales.
Sin embargo, esta sartén negra había destrozado por completo su confianza, dejándolo aturdido. Ya que era solo una sartén, creyó que podría romperla fácilmente.
Ay, pero la realidad fue cruel.
Cuando Duan Yun golpeó la sartén negra, no dejó ni una sola marca en ella; en su lugar, sintió que su mano se entumeció por la enorme fuerza del impacto. Fue sorprendido con un poder de supresión mayor que disipó la fuerza en su brazo, y la sartén golpeó su cabeza.
Bang…