El Mayor Sol se arrodilló al suelo mientras se agarraba la garganta. Sentía como si estuviese a punto de vomitar fuego. Su mente lentamente comenzó a sentirse confundida y el mundo gradualmente parecía ser más sombrío ante sus ojos.
«¿Dónde estoy? ¿A dónde quiero ir? ¿Qué es lo que voy hacer? ¿Por qué mis labios están hinchados?».
El Mayor Sol sintió sus labios hinchados del tamaño de dos salchichas. El fuego que quemaba dentro de él hizo que las lágrimas salieran de sus ojos.
¿Qué demonios fue ese intenso sabor?
En ese momento, Jin Kun, seguía quejándose. Las lágrimas salían de sus ojos y sintió que nunca iban a parar. Quería aguantar el dolor y dejar de llorar, pero era incapaz de hacer algo al respecto.
Cubrió su boca mientras incesantemente se quedaba sin aliento. Sus cejas fruncidas formaron una línea y cuando se juntó con la brillante calva, tomó una apariencia graciosa.