Dentro de la Ciudad Misteriosa del Oeste, el señor de la ciudad, Kong Yao, caminó detrás de una señorita alta y delgada, de manera respetuosa. A su lado estaba su hijo mayor, Kong Xuan, cuyo rostro no solo mostraba respeto sino también un afecto que era difícil de esconder.
Kong Xuan sintió un fuego quemando en su corazón. Todo su cuerpo temblaba mientras miraba a la señorita frente a él. Nunca había visto a una mujer tan hermosa, que lo hiciera enamorarse a primera vista.
La Tercer Maestro de la Secta Arcano Celestial, Ni Yan, era un Dios de Guerra de octavo grado, con un nivel de cultivo excepcional y una cara increíblemente hermosa. Cada parte de su cuerpo exhibía un encanto irresistible, que cautivaba por completo a Kong Xuan.
