El tofu mapo era picante, adormecedor, crujiente y dulce. En el momento en que entró en la boca del soldado, sus ojos se agrandaron. Su cabeza comenzó a sentirse adormecida y los pelos en su cuerpo se pusieron de punta. Al mismo tiempo, cada uno de los poros en su cuerpo se agrandó.
—¡Oh! ¡Por! ¡Dios!
La sensación luego de poner el tofu mapo en su boca era bastante extraña. Era como si hubiera miles de pequeñas manos acariciando y tentando todo su cuerpo. Sintió como si su boca estuviera sosteniendo una bomba de fragancia. Sus labios casi perdieron toda sensibilidad, y al mismo tiempo, sintió como si el pedazo de tofu mapo fuera un bloque de hierro caliente en su lengua. Tal sensación era realmente indescriptible.
Ni siquiera tuvo tiempo para masticar el pedazo de tofu mapo antes que se deslizara por su garganta. Moviéndose hacia su estómago, le dio una sensación abrasadora.