La palma de la mano de Bu Fang era fuerte y robusta. Agarró el cuello del joven y lo levantó, haciendo que su cara se pusiera un poco roja por la asfixia.
—Con solo con una mirada, puedo notar que no eres un mortal. Este títere es capaz de comer cristales. ¡Genial! ¿Qué tal si me lo vendes por 50 cristales? Decenas de años de ahorros.... ¡Podría usarlo para fastidiar a Sha Sha! —Levantado por Bu Fang, Xiao Yu continuó mostrando sus colmillos y blandiendo sus garras mientras murmuraba para sí mismo.
—¿Quién es Sha Sha? —Bu Fang preguntó.
—La hija del señor de la Ciudad del Sur... ¡Es muy bonita! Somos novios de la infancia, yo...
Bu Fang se mantuvo inexpresivo e ignoró totalmente las palabras de este joven. ¿Arma genial? ¿Estaba comprando a Whitey solo para impresionar a las chicas? ¿Qué hay de mirar más allá de lo exterior y preocuparse de lo de adentro? Whitey, obviamente, no era un arma de la cual fanfarronear.