Yu Fu sirvió una cucharada del congee de sangre de dragón hirviendo en el expectante tazón de celadón, donde la energía de vitalidad contenida brotó y se juntó. Usando una cuchara de porcelana, cuidadosamente tomó un poco del congee y lo enfrió con un soplido. Cuando lo hizo, esa energía de vitalidad como un dragón se disipó, dejando atrás una rica fragancia.
Este era un tazón de congee de sangre de dragón y no un congee de postre. Como la carne de vaca dragón errante había sido agregada a la mezcla, el congee era ligeramente salado y eso se reflejaba en la fragancia que flotaba en la sala.
El congee ligeramente rojo fue cuidadosamente dado al inconsciente Yu Feng, y luego de dos pequeños tazones del mismo, el semblante del hombre serpiente comenzó a mostrar algunas mejoras visibles. En vez de ese tono pálido de muerte que tenía anteriormente, había un enrojecimiento creciente en sus mejillas.