—¿Dijiste que este árbol se llama el árbol de las cinco rayas del camino del entendimiento? —Bu Fang miró a Ni Yan, y preguntó.
—De seguro no ignoras el nombre de este árbol, ¿verdad? —Los bellos ojos de Ni Yan se agrandaron, un aire de asombro pasó por su rostro. Sus delicados labios de cereza se fruncieron, rojos y brillantes, extremadamente adorables—. Ni siquiera sabes cómo se llama este árbol, ¿entonces por qué lo estás haciendo crecer en tu local?
Bu Fang también frunció sus labios: —Solo quería mejorar la forestación del local.
Bu Fang parecía compuesto, pero Ni Yan se había quedado sin palabras, pensando: «¿Sabes lo valioso que es el árbol de cinco rayas del camino del entendimiento? Mejorar la forestación del local… bien hecho querido dueño». Tal vez solo alguien tan peculiar como Bu Fang plantaría un árbol de cinco rayas del camino del entendimiento sin otros motivos más que por la simple razón de mejorar la forestación del local.