Bu Fang las miró desconcertado. Ya estaba acostumbrado a la escandalosa conducta de Luo Sanniang, pero ¿por qué Juan'Er entraba a su local con una lonchera?
Bu Fang les dio a las dos una mirada sospechosa y luego con una sonrisa dijo: —Estoy ocupado.
La expresión de Luo Sanniang de repente se puso rígida por un momento y sus cejas se juntaron. —¿Qué dijiste?
—Acabamos de abrir en este momento... así que estoy ocupado. Son bienvenidas si están aquí para comer. Sin embargo, si me buscan por otras razones, esperen hasta que finalice. —Bu Fang ignoró la mirada insatisfecha de Luo Sanniang y regresó a la cocina.
—Tú... ¡Bribón! —Luo Sanniang estaba furiosa. Naturalmente, ella era muy consciente de las reglas del local, sin embargo, era incapaz de soportar la actitud de Bu Fang. Dentro de la ciudad imperial, ¡¿quién se atrevería a hablarle a ella, Luo Sanniang, de esa manera?!