—¿Qué estás mirando? ¿No estás satisfecho? ¿Nunca has visto a un hombre rico?
QianBao estaba disgustado cuando notó al asqueroso mendigo que se estaba agachado en la esquina mirándole. Este movió hacia un lado su abrigo de piel de zorro regañándolo fríamente.
Song Tao estaba confundido. Frunció sus labios y se quedó mirando QianBao. Se preguntó qué de dónde había sacado ese tipo el coraje de hablarle de manera tan arrogante. Incluso si este lucía como un vagabundo… sin importar, ¡Él seguía siendo un Emperador de Batalla de sexto grado!
El cocinero de mediana edad que estaba detrás de QianBao miró a Song Tao con disgusto también. Agitó su mano a lo lejos y dijo: —Era de esperarse de un local que está abierto dentro de un callejón. No es de extrañarse que no venga mucha gente por aquí. Todo por estos asquerosos vagabundos. Ellos arruinan el apetito de los clientes.
—Maestro Zhao, mientras seas capaz de devolverle el prestigio a nuestro restaurante, ¡te daré mil monedas de oro cuando regresemos! ¡Garantizándote un excelente festival de primavera! —QianBao le dio una mirada al Maestro Zhao y comenzó a reírse. El Maestro Zhao era el más hábil en técnicas de corte entre todos los cocineros del restaurante Fénix Inmortal.
QianBao sabía que nadie dentro de su restaurante podría realizar platillos con un sabor que pudiesen compararse a los platillos de aquel malintencionado lugar. Incluso ni él los había probado antes, ya que el local de Bu Fang había obtenido el reconocimiento formal del Emperador, su estándar debería ser igual al nivel de su pato de las flores asado de su restaurante. Por lo tanto, derrotar aquel malintencionado local con una competencia de sabor sería demasiado difícil.
Al ser imposible, solo podía intentarlo con técnicas de corte. Por lo tanto, QianBao trajo al cocinero más experto en técnicas de corte dentro del restaurante Fénix Inmortal.
¡Mil monedas de oro! Los ojos del Maestro Zhao se iluminaron y las comisuras de su boca se ensancharon en una gran sonrisa. Mil monedas de oro ya era una gran suma de dinero para él. Que para poder tener esa cantidad tenía que trabajar por un año entero.
—¡No hay problema, jefe! ¡Déjeme esto a mí! ¡Usaré mis técnicas de corte para cortar la cara del propietario de ese pequeño local! ¡Le haré entender lo que es un verdadero cocinero! —el Maestro Zhao dijo confiablemente mientras acariciaba su pecho.
—Muy bien, cuento contigo —dijo QianBao con una sonrisa.
Después de eso, los dos pasaron con repugnancia junto a Song Tao con la intención de entrar por el callejón.
Sin embargo, aunque estos no se preocuparon por Song Tao, este si se disgustó. Dentro del malintencionado local, Song Tao se sintió molesto por la presencia de la bestia perro suprema. Luego de salir del local, había dos tontos ciegos que se atrevían a pasar por delante de él. Burlándose y tratándolo como un mendigo.
¿Cuándo se había visto un Emperador de Batalla de sexto grado ser un mendigo?
Cuando QianBao sintió una mano presionando su hombro, se sobresaltó por un momento. Luego sintió que todo su cuerpo estaba siendo reprimido por una presencia imponente siendo incapaz de moverse.
—¡Que! Sucio mendigo, ¿qué estás tratando de hacer? ¡No tientes tu suerte! ¡Quita tu mano asquerosa! —cuando el Maestro Zhao vio que la mano de Song Tao estaba sobre el hombro de QianBao, inmediatamente comenzó a gritar y extendió su mano hacia Song Tao.
El cuerpo de Song Tao se sacudió por un momento mientras su energía verdadera brotó instantáneamente, soplando la nieve que cubría su cuerpo. Su cabello revoloteaba y su ropa se agitaba violentamente bajo el flujo de su energía verdadera. Sus ojos eran tan afilados como un cuchillo.
La mano del Maestro Zhao que estaba extendida, temblaba incontrolablemente. Maldición... ¿Cómo un sucio mendigo se había convertidorepentinamente en un cultivador?
Song Tao le dirigió al Maestro Zhao una mirada fulminante y gritó: —¡Piérdete!
Su voz se levantó violentamente como un trueno.
El Maestro Zhao inmediatamente dio varios pasos hacia atrás aterrado. Sus piernas temblaban. Su presencia era demasiado aterradora.
Aunque el Maestro Zhao tenía su nivel de cultivación, solo era un Maestro de Batalla de segundo grado. Cuando se enfrentó con la aterradora aura de un Emperador de Batalla de sexto grado, estuvo a punto de mojar sus pantalones del miedo.
Por otro lado, QianBao estaba bastante calmado. Era alguien que había visto el mundo después de todo, por lo que su comportamiento no era tan patético como el del Maestro Zhao.
—Este humilde servidor no reconoció a tan gran persona. Es mi culpa ofenderle su excelencia. Soy el dueño del restaurante Fénix Inmortal ¡Quiero organizar un banquete para que su excelencia reciba mis disculpas! Su excelencia, por favor, tranquilícese…—dijo QianBao con todo el cuerpo tembloroso.
Song Tao iba a abofetearlos al principio. Sin embargo, cuando escuchó que QianBao era el dueño del restaurante Fénix Inmortal, repentinamente detuvo su mano dispersando su energía verdadera.
«Con que son del restaurante Fénix Inmortal... será mejor olvidarlo», pensó Song Tao.
—Si no fuera porque eres el dueño del restaurante Fénix Inmortal, ¡ya los habría matado a ambos! —dijo Song Tao fríamente. La energía verdadera que se arremolinaba a su alrededor se disipó gradualmente y luego recuperó su apariencia serena—. Escuché que ustedes irán a ese malintencionado local para desafiar al propietario Bu, ¿es verdad?
QianBao se sobresaltó por un momento antes de asentir apresuradamente con la cabeza y decir: —¡Así es! Vamos a desafiar al propietario Bu... Sin embargo, si su excelencia no lo desea, nos regresamos inmediatamente.
A pesar de que el Maestro Zhao estaba agonizando por perder esas mil monedas de oro, después de pensarlo un rato, su vida era mucho más importante. Así que, él también estaba asintiendo con su cabeza.
—¿Para qué van a volver? ¡Vayan a competir con él! ¡Deben competir! ¡Es más, deben competir con él aquí afuera! —los ojos de Song Tao giraron un poco antes de decir aquello con notorio desprecio.
QianBao y el Maestro Zhao se sorprendieron. Y por un momento ambos se miraron. Entonces, este mendigo sucio... Digo, ¿su excelencia no era alguien del malintencionado local?
—¿No van a desafiar al propietario Bu con técnicas de corte? ¿Por qué no establecen el desafío aquí en la entrada del callejón? ¿No sería eso más justo? —dijo Song Tao.
—Eh... ¿cuál es la diferencia? Es incluso más difícil realizar técnicas de corte aquí en el frío —se quejó el Maestro Zhao en silencio.
—Solo haz lo que te digo ¿Tienes alguna otra queja? —dijo Song Tao fríamente mientras miraba al Maestro Zhao. Este no se atrevió a actuar de manera imprudente dentro de la tienda porque esta tenía una bestia perro suprema. Sin embargo, ¿qué le impedía aquí ser arrogante frente a esas dos hormigas?
QianBao solo pudo aceptar impotentemente la decisión de Song Tao. Luego, los dos se dirigieron hacia el local de Bu Fang, mientras estaban bajo los ojos vigilantes de Song Tao.
Song Tao estaba satisfecho de su ingenio. —Heh, es posible que no pueda hacer nada dentro del local. Sin embargo, las cosas son mucho más simples si estamos aquí en la entrada del callejón. Incluso si esa bestia perro suprema interviene, ¡podré escapar! ¡Además, también podré llevarme a esos dos mocosos!
QianBao se frotó las manos y expulsó una nube de aliento blanco cuando entró al local de Bu Fang. Entrar al local era como entrar a un mundo cálido. Mientras la nieve se arremolinaba afuera, el interior del local era cálido y acogedor.
Una rica fragancia estaba flotando dentro del local y QianBao se sintió atraído al instante por la fragancia de la sopa de pescado y la suavidad del aroma de la carne. No pudo evitar tragar algo de saliva. Como esperaba... Sólo el olor del pato de las flores asado del restaurante Fénix Inmortal podía igualar esa fragancia.
El maestro Zhao también era un cocinero. Al momento de oler el aroma de aquellos platos, supo que definitivamente perdería si competían en la cocina. Perdería sin tener siquiera la oportunidad de tomar represalias. La diferencia de nivel entre ellos era demasiado grande.
—¿Hmm? ¿Eres tú? ¿Qué quieres?—Bu Fang reconoció a QianBao. Anteriormente, había ido al restaurante de este y encontró fallas en sus platos desde el primer piso hasta el tercer piso. Criticó sus platos hasta el punto de no tener ningún mérito para hablar. Naturalmente, estaba familiarizado con su dueño.
Jamás creyó que QianBao entraría a su local…
—Propietario Bu todavía me recuerda, ¿verdad? Desde ese día, las evaluaciones realizadas por el propietario Bu de los platos del restaurante Fénix Inmortal me han permitido recibir muchos beneficios. El sabor de muchos de nuestros platos realmente ha mejorado después de las revisiones. Sin embargo, creo que debemos corresponder la cortesía. Es por eso que... he traído al cocinero número uno del restaurante Fénix Inmortal para que le consulte.
Las palabras de QianBao eran bastante pomposas, pero el significado era en realidad bastante simple: hoy estamos aquí para encontrar fallas. Desde que encontraste las mías, debo ahora encontrar las tuyas. De lo contrario, ¡perderemos nuestra cara por la vergüenza!
—¿Consultar? —Bu Fang miró inexpresivamente hacia QianBao, así como al Maestro Zhao que estaba detrás de este. Frunció los labios y luego dijo: —Si el nivel de su cocinero es el mismo que el de la última vez, entonces no lo aceptaré, porque ustedes dos no están calificados.
—No estamos calificados…—los músculos del rostro del Maestro Zhao se contrajeron por un momento. Sin embargo, tampoco fue capaz de refutar. La rica fragancia que impregnaba el aire hacía que perdiera confianza.
Sin embargo, en comparación con el aspecto triste del Maestro Zhao, QianBao parecía mucho más tranquilo. Miró por el interior del local y dijo con una sonrisa:
—Propietario Bu, no estamos aquí para consultarle sobre cómo cocinar. Estamos aquí para... ¡consultarle sobre técnicas de corte!
El corazón del Maestro Zhao tembló por un momento, luego levantó la cabeza con orgullo y dijo altivamente: —¡Así es! ¡Estamos aquí para consultarle al propietario Bu sobre sus técnicas de corte!