Hay mucha gente desvergonzada en éste mundo, pero ninguna de ellas es tan desvergonzada como tú. Ella probablemente ni siquiera sabe tu nombre...
Lin Jiage miró de reojo a Lu Benlai, pero ni siquiera se molestó en gastar el aliento.
Por otro lado, Lu Benlai no prestó atención a la mirada despreciativa de Lin Jiage. Se apoyó la barbilla en la mano y miró con admiración a Leng Nuan mientras comentaba con asombro: —Mi prometida es realmente bonita. ¡Es como si su sola presencia le diera vida a éste restaurante!
Lin Jiage estaba mirando a Shi Yao, que no había dejado de meterse cangrejos en la boca todo el tiempo. Cuando escuchó las palabras de Lu Benlai, sus cejas se arrugaron profundamente.
¿Qué quieres decir con que tu prometida le da vida a éste restaurante? ¡Panecillo Suave es claramente la que le da vida a éste restaurante!